COLECCIÓN CERCA TROVA
Y RESULTA QUE ERES TÚ

Recreación del autorretrato de Leonardo | CR – 2014
A mi vuelta de Florencia, además de encontrarme con esta mirada de Leonardo, también empecé a entonar mis primeras frases narrativas.
Esa velocidad en el teclado que me había otorgado yo misma, hace cuarenta años, preparándome para ser la mejor secretaria, me resultaba esencial ahora para poder pillar al vuelo todas esas palabras que mi mente rápidamente pensaba, y mis dedos escribían.
Cerca Trova —igual que el estandarte de Vasari—, es el título de mi primer libro donde narro mi experiencia con los pinceles, otorgándole el papel principal de la trama a Lisa, mi protagonista, que se ve transportada por casualidad al mundo del arte viendo y sintiendo cómo sus manos se mueven creando estos rostros —de mi Colección Flor de Ziur—; al mismo son que las mías.



Cerca Trova, mi primera novela, todavía inédita, encuadernada con suma delicadeza por Núria Vila —joven encantadora y entusiasta—. Una obra que espera paciente su turno al igual que esperará el ensayo narrativo en el que estoy inmersa, intentando plasmar en él el sentido al que he llegado, por fin, de cuál es la verdadera razón por la que estoy involucrada en todo esto.

Me he pasado la vida buscando fuera de mi círculo más cercano las respuestas a mis preguntas más profundas. Ese deseo de hallar el colectivo que necesita del trabajo de NUN con el que consolidarse unas vidas dignas me ha tenido muy ocupada. Desde siempre he ansiado tener en mis manos algo que ofrecerles, unos pilares firmes con los que construir un puente, y por fin se me ha concedido. Ahora tengo mi obra y con ella he planificado un impresionante proyecto de oportunidades para ellos, pero parece ser que no es suficiente.
Un error de entendimiento ha sido el que no me ha dejado avanzar, ahora lo he comprendido. Ahora que ya tengo esa herramienta con la que colaborar creando vidas dignas —mi obra artística y mis libros—. Después de haber sufrido ambulando por el arduo sendero que he tenido que recorrer hasta llegar a aquí —necesario para provocar la complejidad de mi proyecto—. Ahora que ya sé a qué he venido.
Toda una aventura que voy narrando pausadamente en esta segunda obra dedicada a esa persona que, aunque sin darse cuenta, no me ha permitido abandonar mi destino.

Venimos al mundo con una misión, yo estoy convencida de ello, y esta convicción es precisamente la que no me permite salirme del camino
