DECORAR

Belleza y armonía, para mí tan necesarias

La importancia del bienestar

Desde siempre he necesitado arroparme entre el equilibrio y la armonía de mi entorno, hallar ese espacio digno donde embriagarme de la paz que te otorga el orden. El respeto que también se les tiene a las cosas.

Cuando volví de Florencia, además de pintar estos bellos rostros y escribir mis primeras frases, sucumbí en la búsqueda de todo ese mobiliario viejo al que tenía que devolverle la vida, colocándolo al lado de mis protagonistas, en sus rincones.

Un mobiliario del que volví enamorada, viendo cómo lucía en aquellos grandes salones.

Fui consciente desde el primer minuto de la imposibilidad que tendría de acceder a ellos, muebles antiguos con un valor casi monárquico impidiendo con toda razón el alterar sus fascinantes historias.

Yo me decanté por el viejo, antiguo también por años, pero sin valía y muy deteriorados, apartando de mí ese miedo inicial de destruir el motivo de sus existencias, otorgándoles la oportunidad de volver a lucir con una nueva apariencia.

Y mis paseos domingueros en su búsqueda duraron varios años.

Hoy tengo una pequeña colección que poco a poco voy renovando, con mi estilo… esta marca tan personal que le confiere al mueble tanta luminosidad.

Todos ellos, pequeñas obras de arte de algún carpintero de antaño que humildemente y con su permiso voy remendando, convirtiéndola en esa pieza única a colocar en cualquier rincón de nuestro hogar.